Favorecer la hidratación
¿Qué hacer si una persona cercana pierde peso involuntariamente o no come tanto como debería?
La falta de apetito, la pérdida del gusto y la dificultad para comer son causas frecuentes de desnutrición: habla con ellos y con su médico de cabecera.
La sensación de sed -al igual que la sensación de hambre- disminuye con la edad. Por tanto, es más probable que tu familiar anciano se deshidrate, lo que puede ser grave. Una buena hidratación es esencial para que el organismo funcione correctamente.
Es importante asegurarse de que tu ser querido beba alrededor de 1,5 litros de agua al día, más si hace calor o tiene fiebre, aunque no tenga sed. Elige bebidas no azucaradas, como agua con o sin gas, tisanas o infusiones, caldos, etc. Cuidado con el alcohol, que no rehidrata.
¿Cómo puedes ayudar a tu ser querido a beber lo suficiente?
Si tu ser querido no bebe mucho por la tarde porque le da miedo levantarse por la noche, es mejor que beba más durante el día.
Para ayudar a tu ser querido a mantenerse hidratado, deja un vaso o una jarra de agua cerca y a la vista para que pueda pensar en ello. Evita los recipientes demasiado pesados y difíciles de manejar, ya que pueden disuadir a tu ser querido de utilizarlos por falta de fuerza o por miedo a que se le caigan.
Puedes sugerirle alimentos ricos en agua, como calabacines o pepinos, ofrecerle una naranja como tentempié, etc.
Si tu ser querido tiene temblores, puedes sugerirle que beba con una pajita de acero inoxidable, por ejemplo. Si tiene dificultades para tragar o le resulta doloroso, hable con su médico, que puede recomendarle polvos espesantes.